Cinco Villas
Acércate a nuestras villas y descubre sus rincones, su bella arquitectura de herencia señorial e indiana, la historia y esencia del Bajo Nalón. Pasea, disfruta y deténte a disfrutar del paso del tiempo, de nuestra gastronomía, de recuerdos imborrables.

Muros de Nalón
El nombre de Muros evoca el origen castreño y romano de esta preciosa villa sobre la rasa costera en alusión a la edificación defensiva que hubo en tiempos pretéritos sobre los terrenos de lo que hoy es la Plaza del Marqués de Muros.

Pravia
Pravia refleja en la espléndida arquitectura monumental de sus animadas plazas y calles el poder de la que fue sede la corte del Rey Silo, centenaria villa noble y burguesa que hoy celebra concurridos eventos culturales y festivos a lo largo del año. El lugar ideal para llevarte de tu viaje los mejores productos hortofrutícolas de las fértiles vegas pravianas o alguno de sus afamados quesos.

Soto del Barco
Situada en la margen izquierda del río Nalón y con incomparables vistas a sus vegas fluviales y a la ría, Soto del Barco, que debe su nombre a la antigua embarcación que servía para cruzar el río antes de la construcción del Puente de La Portilla, conserva distintos edificios herencia del poder indiano y es el lugar ideal para comenzar nuestra visita a la comarca.

San Esteban
A principios del siglo XX, San Esteban, se convirtió en el primer y único puerto carbonero de España, siendo hoy un conjunto histórico de patrimonio industrial único en España. Pasear por su puerto y paseo marítimo es rememorar las épocas de esplendor del carbón y los barcos de vapor, los tiempos en que Rubén Darío escribía versos en sus fondas, mientras te asomas a espléndidas vistas de la ría del Nalón que fluye hacia fundir sus aguas con el Cantábrico.

La Arena
Pueblo de pescadores de gran tradición marinera y conservera, La Arena es el paraíso de la mejor angula del mundo, la que se da en la ría del Nalón. Una joya de las villas marineras asturianas que sorprende y cautiva por su belleza y tranquilidad, donde relajarse contemplando la subida de la marea desde su puerto o las puestas de sol en la ría que evocaron los poetas Rubén Darío, Seamus Heaney y el pintor Joaquín Sorolla. En La Arena te esperan baños de mar en la impresionante Playa de Los Quebrantos, días de surf, navegación y pesca, tranquilos paseos y buena mesa. Todo un lujo cantábrico.