Herencia indiana

En los siglos XIX y XX el paisaje rural del Bajo Nalón se vio transformado por el fenómeno del regreso de los muchos indianos emigrados desde estas tierras a las Américas, donde hicieron fortuna, lo que dejó una profunda huella en el territorio y un valioso patrimonio arquitectónico heredado.

Los indianos enriquecidos trajeron consigo sus nuevos gustos y sus formas de vida adinerada. Las palmeras se convirtieron en símbolo de su status y su labor paternalista se materializó en la creación de infraestructuras y equipamientos públicos, mientras sus suntuosas residencias pasaron a protagonizar el paisaje de los pueblos que los vio nacer.

Somao

En el Bajo Nalón son muchas las edificaciones y equipamientos que se conservan del legado de los retornados enriquecidos.

El mejor ejemplo de pueblo indiano, con sus casas, escuelas e iglesia, lo encontramos en Somao, el núcleo que alberga algunas de las mejores muestras de arquitectura indiana en Asturias. Todo un conjunto monumental que no dejará indiferente al viajero que recorre su extenso caserío mientras admira las espectaculares vistas a la desembocadura del Nalón, sobre las que aquellos hombres que retornaron enriquecidos de las Américas quisieron dejar su legado.

Paseando por Somao podemos admirar la riqueza arquitectónica de palacetes como la Casa de La Torre o Casa Amarilla, Villa Marciel, Villa Radis, La Casona, El Noceo, la Casa de Doña Basilisca, la Casa de las Columnas y el conjunto cívico formado por la Iglesia, el Parque y las Escuelas Unitarias.